Suthagar McNamara-Rajeswaran, Director de Operaciones de OenoGroup, afirma que el whisky ofrece una oportunidad de inversión atractiva en
, siempre que se sepa dónde buscar.
EN EL ÁMBITO de las bebidas espirituosas, el whisky ha ocupado siempre una posición única y venerada, atrayendo la atención de entusiastas de todas las generaciones. Con una amplia gama de opciones, precios razonables y la posibilidad de obtener beneficios sustanciales, el whisky es ahora una inversión accesible y atractiva tanto para los coleccionistas experimentados como para los recién llegados. Como señala Suthagar McNamara-Rajeswaran, Director de Operaciones de OenoGroup, el atractivo del mercado del whisky ha aumentado en los últimos tiempos, en gran parte debido a una combinación de factores. Dice: "Un motor importante ha sido el deseo de los inversores minoristas de encontrar valor, especialmente tras experimentar pérdidas bursátiles de hasta el 30% durante la pandemia del Covid-19". Esta repentina pérdida de valor impulsó a muchos a buscar oportunidades de inversión alternativas, lo que les llevó a descubrir el potencial del whisky, el vino y otras bebidas espirituosas como activos tangibles. La ventaja de estos activos tangibles es que, como dice McNamara- Rajeswaran, "si todo sale mal, ¡al menos te lo puedes beber!".
Los aficionados al whisky también se han beneficiado del auge de las destilerías artesanales y los métodos de producción innovadores. Estas destilerías, a menudo pequeñas productoras, han introducido un nivel de arte y creatividad en la elaboración del whisky que ha ampliado su atractivo. Este aumento de la calidad y la variedad ha provocado un cambio en la forma de disfrutar del whisky. Como señala McNamara- Rajeswaran: "En lugar de beber mezclas de whisky, cada vez más gente saborea su whisky solo, apreciando la excepcional calidad que ofrecen estas bebidas espirituosas".
El futuro del whisky también depende de la sostenibilidad, ya que los consumidores buscan cada vez más productos que se ajusten a sus valores medioambientales. Las destilerías deben adaptarse para responder a estas preocupaciones, asegurando su relevancia a los ojos de las generaciones futuras. "El consumidor busca algo hecho de forma sostenible porque quiere disfrutar del producto, pero no quiere sentir que está contribuyendo a los males del planeta", afirma McNamara-Rajeswaran. "Las destilerías tienen que adaptarse a las ideologías de la nueva generación de consumidores y de las generaciones futuras para seguir siendo relevantes". En términos de inversión, el whisky se ha revelado como una opción lucrativa. El mercado ha sido testigo del auge de las destilerías "fantasma", es decir, aquellas que ya no están operativas pero aún conservan barricas de valioso líquido. McNamara-Rajeswaran subraya que poseer barricas de estas destilerías puede resultar muy rentable, ya que el valor de estos raros hallazgos puede revalorizarse considerablemente con el tiempo: "Una vez que los inversores compran a una destilería que acaba cerrando, no importa mucho desde el punto de vista de la inversión. De hecho, es incluso mejor porque aumenta el valor de lo que se tiene". En el otro extremo del espectro, The Macallan está, por supuesto, prosperando. El año pasado, una barrica de Macallan, comprada inicialmente por capricho por sólo 5.000 libras en 1988, se vendió por casi un millón de libras. El propietario se había olvidado un poco de ella, pero décadas más tarde redescubrió su importante valor. Este hecho ilustra de forma convincente las ventajas de la inversión a largo plazo y respalda el principio de que adquirir una barrica de una destilería conocida en sus primeros años puede reportar progresivamente mayores beneficios financieros cuanto más tiempo se decida conservarla. El mercado inglés del whisky también está preparado para un crecimiento sustancial. OenoGroup está explorando activamente asociaciones con destilerías inglesas para ayudarles a comercializar sus productos y aportar valor a los clientes en este mercado floreciente. McNamara-Rajeswaran comenta: "El mercado inglés va a crecer de verdad. Hay más destilerías de whisky en Inglaterra que en Irlanda, y están haciendo cosas realmente buenas".
OenoGroup desempeña un papel crucial como intermediario, tendiendo puentes entre el mercado inversor en general y la industria del whisky. Sus esfuerzos han contribuido a ampliar el alcance del sector a escala mundial, ya que las destilerías pueden centrarse en su oficio mientras OenoGroup se ocupa de la comercialización y la distribución. El mercado del whisky también acoge a coleccionistas y entendidos que conservan vastas colecciones en casa. Sin necesidad de instalaciones de almacenamiento a temperatura controlada, los aficionados al whisky pueden amasar importantes colecciones que, cuando salen al mercado, pueden alcanzar sumas considerables. Algunas colecciones pueden alcanzar decenas de millones de libras. Mientras las destilerías mantengan un equilibrio entre la producción y la demanda, se espera que el valor del whisky siga una trayectoria ascendente. En palabras de McNamara- Rajeswaran: "El mercado del whisky siempre será un mercado de compradores porque es un valor a muy largo plazo". Con su rica diversidad, potencial de inversión y esfuerzos de sostenibilidad, el mundo del whisky atrae, ofreciendo una mezcla única de tradición, innovación y oportunidad para todos los que se aventuran en sus profundidades. El mercado del whisky siempre será un mercado de compradores porque es un negocio a muy largo plazo.
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