Precio comercial frente a precio de mercado: ¿Por qué difieren y qué significan?

Una de las preguntas más habituales de los clientes a la hora de vender sus vinos a través del comercio es: "¿Por qué el precio comercial es diferente del precio de mercado?". Es una pregunta justa que merece un análisis.

Comprender las diferencias

En condiciones de mercado más fuertes, las operaciones tienden a ejecutarse mucho más cerca del precio de mercado. Esto tiene un sentido intuitivo: cuando los precios suben, las pujas suben para satisfacer las ofertas; cuando los mercados se debilitan, las ofertas bajan para satisfacer las pujas. Cuando los precios suben, el precio de mercado les sigue, ya que los comerciantes intentan mantener o mejorar sus márgenes.

Pero, ¿qué ocurre cuando los compradores pagan por encima del precio de mercado? A primera vista, esto puede parecer irracional. Sin embargo, en la práctica, suele ocurrir en mercados alcistas. Chateau Lafite Rothschild 2016 ofrece un claro ejemplo: cuando el impulso es fuerte, los compradores están dispuestos a realizar transacciones por encima del precio de mercado, en el supuesto de que la demanda seguirá impulsando los valores al alza. Además, en estos periodos puede resultar más difícil conseguir vinos muy codiciados, lo que fomenta aún más las pujas agresivas.

Cuando el impulso disminuye, ocurre lo contrario. Los vendedores empiezan a abandonar sus posiciones, el comercio se reduce y, aunque el precio de mercado se mantiene al principio, los comerciantes acaban reduciendo sus precios de catálogo para poder competir. Es importante destacar que los precios tienden a bajar más despacio de lo que suben, lo que provoca un desfase entre los precios de mercado y los comerciales, con el arroz de mercado a la cabeza. Una vez que los valores se estabilizan, ambos vuelven a alinearse, lo que indica un equilibrio más sano entre el apetito de los compradores y las expectativas de los vendedores.

Liv-ex negocia Lafite 2016 

Una ventana al sentimiento

Aunque no es una medida perfecta, la distancia entre los precios de las operaciones y el precio de mercado puede ser un indicador útil de la confianza del mercado. A principios de este año, el optimismo era fácil de detectar: en el primer trimestre de 2025, antes de las amenazas arancelarias de Trump, las operaciones se ejecutaron sistemáticamente cerca o por encima del precio de mercado. Por el contrario, en mayo se produjo una fuerte caída, a medida que los compradores -especialmente en EE.UU.- se retiraban. Resulta alentador que los datos más recientes muestren un rebote, con operaciones que vuelven a acercarse al precio de mercado.

El papel de los compradores estadounidenses 

La demanda estadounidense desempeña un papel preponderante en esta dinámica. Históricamente, los compradores estadounidenses realizan transacciones más cercanas al precio de mercado que sus homólogos de otras regiones. Dado que sus valores de referencia se sitúan en torno a un 34% por encima del precio de mercado de Liv-ex, pueden permitirse pujar de forma competitiva, realizar transacciones con rapidez y seguir obteniendo beneficios en casa.

Su influencia está estrechamente ligada a la divisa. Cuando el dólar se fortalece frente a la libra esterlina, los compradores estadounidenses pueden pagar al precio de mercado o por encima de éste sin sacrificar margen, lo que contribuye a fijar un suelo más alto para el comercio. Por el contrario, cuando el dólar se debilita, el mercado lo nota casi de inmediato. La caída de mayo -que se produjo tras los anuncios de aranceles y la devaluación del dólar- fue un buen ejemplo.

De cara al futuro, con un arancel del 15% ya aparentemente fijado, un dólar más fuerte sería la señal más bienvenida para quienes buscan una recuperación en la segunda mitad del año. 

Principales conclusiones 

  • El precio comercial frente al precio de mercado es normal: los dos raramente coinciden a la perfección; la diferencia refleja cómo interactúan compradores y vendedores en tiempo real.
  • Los mercados al alza reducen las diferencias: Los compradores suelen pagar cerca -o incluso por encima- del precio de mercado cuando el impulso es fuerte y la oferta escasa.
  • La caída de los mercados la amplía: Los comerciantes tardan más en reducir los precios de catálogo que en subirlos, lo que crea un desfase, ya que los precios comerciales caen primero.
  • El sentimiento importa: La distancia entre la negociación y el precio de mercado proporciona información sobre los niveles de confianza en el mercado.
  • Los compradores estadounidenses son una fuerza motriz: Sus ofertas competitivas, condicionadas por los aranceles y las fluctuaciones monetarias, pueden marcar la pauta del comercio mundial.
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