Perspectiva del mercado - junio de 2025
Un Vintage sin tirón
Las expectativas eran prudentemente optimistas: una añada pequeña y difícil como la de 2013, podría haber fomentado la disciplina de precios y presentar un valor genuino a los compradores. Sin embargo, la campaña empezó mal, con precios de Pontet-Canet superiores a los del mercado. Pronto quedó claro que el precio pragmático, y no el prestigio de la marca, determinaría la participación.
Aunque muchos châteaux hicieron esfuerzos encomiables para bajar los precios, las añadas anteriores, más baratas y a menudo mejor valoradas, siguieron estando ampliamente disponibles. Incluso cuando los lanzamientos tenían un buen precio, los coleccionistas privados solían mantenerse al margen, señal de que el precio por sí solo no basta para recuperar la confianza.
La situación del mercado y la recepción desigual de la crítica
Los críticos se mostraron divididos. William Kelley (The Wine Advocate) se mostró especialmente reservado con la añada, mientras que sólo Lisa Perrotti-Brown MW y James Suckling otorgaron a algún vino una puntuación potencial de 100 puntos. En general, 2024 se situó justo por encima de 2013, pero por debajo de 2014, 2017 y 2021 en calidad.
Los vientos en contra macroeconómicos, la cautelosa participación de Estados Unidos y la persistente preocupación por los aranceles frenaron aún más la demanda, sobre todo en los bastiones tradicionales de Norteamérica.
Recortes de precios frente a puntos de precio
Se ha hablado mucho de las reducciones del 20-30% a partir de 2023. Pero esas cifras pueden inducir a error. Los precios de lanzamiento de los últimos años han demostrado ser picos, no suelos. El objetivo de En Primeur es comprar el vino a su precio más bajo. Muchos vinos de 2021, una añada con una calificación similar, siguen cotizando por debajo de sus niveles de lanzamiento. Para que los 2024 funcionen, tienen que estar muy por debajo de esas añadas.
Sólo un puñado de vinos - Lafite, Mouton, Carruades, Angelus, Calon Ségur, Léoville Poyferré, Lynch-Bages y Petit Mouton - salieron al mercado por debajo de todas las demás añadas.
Qué funcionó y por qué
El restablecimiento del precio de Lafite a los niveles de 2014 fue noticia, pero aún así no se ha agotado. Aun así, le fue mejor que a la mayoría. Mouton, Cheval Blanc, Montrose, Figeac y Calon Ségur también generaron una modesta expectación.

El más destacado fue Carmes Haut-Brion. Con un precio similar al del 2021, una producción limitada y una elaboración distintiva, ha llamado la atención de los coleccionistas. Es uno de los pocos vinos que ha mostrado signos de subida tras su lanzamiento, algo poco frecuente en esta campaña.
Fatiga de comerciantes y cobradores
Este año se ha confirmado lo que muchos sospechaban: las viejas reglas de la fidelidad basada en la asignación ya no se aplican. Los comerciantes sólo compraban lo que vendían, protegiendo únicamente los vinos más exclusivos. Muchos acumulan pérdidas de campañas anteriores, sobre todo de vinos 2021 no vendidos, y ahora son reacios a adquirir más existencias con el riesgo de una depreciación inmediata.
Para los coleccionistas, la confianza se ha erosionado. Años de malos resultados y precios opacos han apartado a muchos, especialmente a los compradores más jóvenes, menos apegados al legado bordelés y más acostumbrados a la transparencia y la opcionalidad.
La demanda no ha muerto - Pero es exigente
Algunos sostienen que la culpa no es del precio, sino de la disminución de la demanda. Pero los datos dicen otra cosa. Cuando el precio es adecuado, como en el caso de Carmes o Lafite, sigue habiendo interés. El atractivo de Burdeos siempre se ha basado en el volumen, la consistencia y el valor relativo. Es una región para el bebedor, no sólo para el cazador de trofeos. Los coleccionistas preocupados por el valor siguen existiendo, y están muy atentos.
¿Un camino a seguir?
Esta campaña ha sido una llamada de atención. El sistema no está roto, pero las viejas suposiciones ya no son válidas. En Primeur todavía puede ofrecer una oportunidad atractiva, si el valor está claro, los precios son transparentes y la relación entre comerciantes y coleccionistas se basa en la confianza.
Para los inversores, esto refuerza una verdad más amplia: en el mercado actual del vino de calidad, la reputación ya no es suficiente. El precio racional, la calidad y la escasez, junto con una distribución transparente, son los verdaderos motores de la demanda.