🍷 El vino de calidad: Una clase de activos en auge para los inversores
El buen vino ha sido durante mucho tiempo un símbolo de cultura y conocimiento. Pero, cada vez más, también se reconoce como una sofisticada clase de activo, y se está abriendo camino en las carteras de los inversores de alto patrimonio neto (HNW) de todo el mundo. Antes reservado a los coleccionistas experimentados, el mercado actual del vino de calidad está abriendo sus bodegas a una generación más joven y amplia de inversores.
📊 Repunte de la inversión en vino
Datos recientes muestran que casi el 30% de los inversores con patrimonios elevados están incorporando el vino a sus carteras ( fuente: informe WineCap 2024 Wealth). Lo que es especialmente destacable es que este aumento no solo está impulsado por los entusiastas del vino, sino también por los recién llegados que ven en el sector un complemento accesible y estable a los activos tradicionales cuando se considera una inversión a largo plazo.
💼 Evolución de las asignaciones de cartera
En 2024, el 66% de estos inversores destinó hasta el 10% de sus carteras al vino, mientras que un notable 34% invirtió más del 11% y una élite del 2% destinó más del 33%. Esta polarización representa un cambio significativo con respecto a 2023, cuando ningún gestor de cartera asignó más del 30% al vino (fuente: informe WineCap 2024 Wealth).
Esta tendencia refleja no sólo la creciente confianza en el sector, sino también un cambio en la percepción del vino: no sólo como un producto de lujo, sino como un activo resistente y tangible que puede capear las tormentas del mercado.
🧠 El papel del vino en los perfiles de riesgo
El 88% de los gestores de patrimonio estadounidenses lo consideran un activo estabilizador junto con los bonos y otras inversiones líquidas (fuente: informe WineCap 2024 Wealth). La resistencia del vino a la inflación y su baja volatilidad histórica lo convierten en un ancla ideal para carteras centradas en la seguridad a largo plazo.
Sólo el 2% de los gestores adopta un enfoque más audaz, utilizando vinos finos en carteras más agresivas, lo que refleja el rendimiento históricamente superior del vino en entornos recesivos e inflacionistas.
🎓 Una base de inversores más diversa
El panorama de la inversión en vinos finos también está evolucionando en cuanto a quién participa. En 2023, el 62% de los inversores en vino eran muy experimentados. En 2024, esa cifra se ha reducido al 52%, a medida que se suman inversores moderados y novatos.
Este cambio demográfico coincide con las tendencias más generales del mercado: las generaciones más jóvenes buscan cada vez más activos sostenibles y de baja huella de carbono. El énfasis que pone el vino en el patrimonio, la artesanía y la protección del medio ambiente lo convierte en una opción natural para esta nueva oleada de inversores.
🌱 La sostenibilidad se une a la sofisticación
Como hemos mencionado antes, el creciente atractivo del sector del vino de calidad se ve reforzado por su alineación con los valores de sostenibilidad. Muchos viñedos están apostando por la viticultura ecológica y biodinámica, lo que coincide con las preferencias de los inversores de la generación del milenio y la generación Z, que dan prioridad a las inversiones responsables con el medio ambiente.
🍷 Un bien tangible para los tiempos modernos
Hoy en día, el buen vino destaca no sólo como un placer para el paladar, sino como un auténtico vehículo de inversión a largo plazo. Por su estabilidad, su resistencia a la inflación y su atractivo intergeneracional, el vino se ha convertido en un elemento esencial para los inversores de alto patrimonio que buscan un equilibrio entre riesgo, rentabilidad y sostenibilidad.
A medida que las bodegas se abren y el mercado se hace más accesible, una cosa está clara: el buen vino se ha asegurado su lugar como activo moderno y tangible, con una historia en cada botella y un futuro tan brillante como la mejor cosecha.
Panorama semanal del mercado del vino
Burdeos mantuvo su liderazgo en el comercio mundial, a través de Liv-ex, aunque su cuota de valor negociado descendió al 33,6% esta semana. Beychevelle y La Conseillante fueron los más negociados en volumen, mientras que Petrus y Château Lafite Rothschild lideraron en valor.
La Borgoña experimentó un repunte significativo, con un aumento de su cuota comercial del 22,7% al 27,8%. Domaine de la Romanée-Conti acaparó la atención, impulsado por las fuertes ventas de sus surtidos de 2019, 2016 y 2013. Esta tendencia muestra el valor a largo plazo que los coleccionistas están viendo en los niveles de precios actuales.
El champán también obtuvo buenos resultados y su cuota pasó del 12,3% al 14,2%. Cristal 2006 fue el vino más vendido, mientras que Dom Pérignon fue el primer productor.
La Toscana se mantuvo estable en torno al 8%, impulsada por los buenos volúmenes de Sassicaia y Tignanello 2022, además de las operaciones con vinos de Brunello como Biondi-Santi 2018 y 2019.
El Piamonte obtuvo una cuota del 4,6%, con el Barolo Francia y el Monfortino Riserva de Giacomo Conterno representando más de la mitad de la actividad de la región.
Por su parte, EE.UU. vio caer su cuota del 8,1% al 4,9%. Opus One siguió cotizando en todas las añadas, pero fue Continuum 2019 el que se hizo con el primer puesto en valor.
