Resumen de la semana: Del 6 al 10 de octubre de 2025

Otra semana fascinante en los mercados mundiales: desde el récord del oro hasta los primeros signos reales de tensión en la economía británica, pasando por los rumores de paz en Gaza, que ayudan a calmar los precios del petróleo. Demos una vuelta al mundo.

🇬🇧 Reino Unido

La economía británica se tambaleó un poco esta semana. Los nuevos datos mostraron que el crecimiento salarial se ralentizaba hasta su nivel más bajo en cuatro años, lo que inmediatamente levantó ampollas en Threadneedle Street. Con el mercado laboral enfriándose y los consumidores apretándose el cinturón, los rumores de una nueva bajada de tipos antes de Navidad están cobrando fuerza.

El comercio minorista sigue cayendo y la libra esterlina ha tenido una semana difícil, sufriendo su mayor caída frente al dólar desde enero. Todo apunta a un debilitamiento de la economía. Mientras tanto, Westminster sigue haciendo malabarismos para compaginar la regulación nacional con la competencia mundial: el Gobierno ha designado oficialmente a Google "mercado estratégico" en el ámbito de las búsquedas en línea, lo que da a los organismos reguladores más herramientas para intervenir en caso necesario.

En el ámbito empresarial, los fabricantes que consumen grandes cantidades de energía piden una vez más un alivio frente al aumento de los costes, y los comerciantes se ponen nerviosos ante la nueva propuesta de la UE sobre el acero, una medida que podría afectar a los exportadores británicos justo donde más les duele.

¿Estado de ánimo en Londres? Desconfiado. La sensación es que el Reino Unido camina de puntillas hacia una desaceleración, con el Banco de Inglaterra atascado entre la lucha contra la inflación y el mantenimiento del crecimiento.

🇺🇸 Estados Unidos

Al otro lado del Atlántico, el nuevo cierre del gobierno de Washington se prolongó una semana más, congelando la publicación de datos clave y crispando los nervios del mercado. Aun así, Wall Street mantuvo la cabeza alta: los valores tecnológicos, en particular, siguieron desafiando a la gravedad, incluso cuando algunos pesos pesados de JPMorgan y el FMI advirtieron de que las valoraciones están empezando a parecer, bueno, espumosas.

Pero la noticia más importante no fue corporativa, sino diplomática. A mediados de semana se conoció la noticia de un posible acuerdo de paz entre Gaza e Israel, negociado discretamente por enviados estadounidenses. Las conversaciones sobre el alto el fuego enfriaron de inmediato los mercados del petróleo y estimularon el apetito mundial por el riesgo.

Por lo demás, el oro acaparó la atención. El metal superó brevemente los 4.000 dólares la onza por primera vez en su historia, al refugiarse los inversores de la incertidumbre en torno a la Reserva Federal, la parálisis fiscal y la geopolítica.

En resumen: Los mercados estadounidenses están mostrando una increíble resistencia, pero bajo la superficie hay una creciente inquietud. El cierre no puede prolongarse eternamente, y si la paz en Oriente Medio se mantiene, parte del dinero del "comercio del miedo" podría empezar a fluir de nuevo hacia la renta variable.

🇪🇺 Europa

En Europa, los ánimos fueron dispares. El DAX alemán marcó máximos históricos gracias a la sólida producción industrial, pero el panorama general fue menos halagüeño. La dimisión del Primer Ministro de Francia provocó la desorganización del Gobierno, un tipo de sacudida política que siempre inquieta a los inversores.

Bruselas también saltó a los titulares con un nuevo y controvertido plan para proteger a los fabricantes europeos de acero, introduciendo cuotas de importación y posibles aranceles. Esto podría complacer a los productores nacionales, pero ya está provocando tensiones comerciales con socios como el Reino Unido.

Mientras tanto, el BCE sigue manteniendo la calma. Los responsables políticos reiteraron que los tipos actuales son "apropiados", incluso cuando los indicadores de crecimiento se tambalean y la inflación se mantiene estancada. Europa se inclina claramente hacia una postura más proteccionista, en parte por necesidad económica y en parte por reflejo político.

Sensación general: firme en el núcleo, nubes de tormenta en los bordes.

🇨🇳 China y Asia

Los mercados asiáticos se animaron esta semana, con China a la cabeza. El Shanghai Composite subió a máximos de varios años después de que Pekín anunciara nuevas restricciones a las exportaciones de tierras raras, una medida que impulsó al instante las acciones mineras locales y recordó a todos lo poderosa que sigue siendo China en las cadenas de suministro mundiales.

Pero detrás de esta demostración de fuerza hay una estrategia. Con la cumbre de otoño del Partido Comunista a la vuelta de la esquina, Pekín da señales de confianza y control, sobre todo en sectores que alimentan los semiconductores, los vehículos eléctricos y la defensa.

En el resto del mundo, el panorama fue más heterogéneo: el sector tecnológico de Corea del Sur brilló, Japón registró una leve recogida de beneficios y Hong Kong se rezagó en medio de continuas salidas de capitales.

Para llevar: China está reforzando su control sobre las exportaciones estratégicas, aunque intenta convencer al mundo de que está abierta a los negocios. Este equilibrio podría marcar la política comercial hasta 2026.

🪙 Metales y petróleo

Menuda semana para los metales.

El oro alcanzó un máximo histórico por encima de los 4.000 dólares la onza antes de ceder ligeramente cuando los titulares sobre el alto el fuego en Gaza calmaron los nervios. Los bancos centrales siguen comprando agresivamente, los ETF se están llenando de nuevo y los inversores están claramente protegiéndose de la incertidumbre en lugar de perseguir el rendimiento.

El cobre, en cambio, no acaba de encontrar su equilibrio. La demanda sigue siendo escasa, sobre todo en los sectores de la construcción y la industria manufacturera, aunque los cuellos de botella en la cadena de suministro y las conversaciones sobre los aranceles estadounidenses impiden que los precios se desplomen por completo.

En el mercado del petróleo, asistimos a una clásica doble fase: ganancias a principios de semana tras el anuncio de la OPEP+ de un modesto aumento de la producción, seguidas de un retroceso al enfriarse las tensiones en Oriente Próximo. El viernes, el Brent rondaba los 60 dólares, ligeramente a la baja en la semana, pero lejos de los niveles de crisis.

El tema: volatilidad con dirección. Las materias primas siguen guiándose más por la política que por los fundamentales, lo que recuerda que los mercados no siempre se mueven por hojas de cálculo.

📈 ¿Qué sigue?

De cara al futuro:

  • Observe cómo la ralentización laboral en el Reino Unido se filtra en las conversaciones sobre política monetaria del Banco de Inglaterra.
  • En Estados Unidos, la saga del cierre y el alto el fuego en Gaza podrían marcar el tono de los activos de riesgo la próxima semana.
  • La estrategia china para las tierras raras mantendrá a los analistas de la cadena de suministro pegados a sus pantallas.
  • Y para los inversores de todo el mundo: el rally del oro podría no haber terminado todavía.
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