Resumen de la semana - 25 de julio de 2025

A medida que avanza el verano, los mercados y el panorama político de todo el mundo son cualquier cosa menos relajados. Esta semana hemos asistido a importantes cambios en el tono de los bancos centrales, a continuas jugadas estratégicas en el sector energético y a nuevos datos que están obligando a los responsables políticos a recalibrar. He aquí lo que ha movido la aguja.

Reino Unido

En el Reino Unido, el primer gran impulso legislativo del gobierno laborista va tomando forma, y todo gira en torno a la economía. La Canciller Rachel Reeves ha señalado que el Presupuesto de otoño incluirá una serie de reformas fiscales destinadas a equilibrar la disciplina fiscal con una "equidad anclada en el crecimiento". Se especula con cambios en el impuesto sobre la renta de las personas físicas y en el estatuto de los no residentes, aunque todavía no hay nada confirmado.

El Banco de Inglaterra, por su parte, se mantiene firme en su postura. El gobernador Andrew Bailey declaró que la inflación está "en el filo de la navaja", y que el último dato del IPC se mantiene en el 2,0% interanual. El mercado había pronosticado una bajada de tipos en septiembre, pero ahora esto parece incierto.

En los mercados financieros, la libra esterlina se apreció ligeramente frente al dólar esta semana, impulsada por unas cifras de ventas minoristas mejores de lo esperado y unos índices PMI positivos del sector servicios. Sin embargo, la renta variable británica sigue presionada por el sentimiento de riesgo global y la debilidad de las materias primas vinculadas a China.


Estados Unidos

Esta semana, todas las miradas estaban puestas en la Reserva Federal, cuyo presidente, Jerome Powell, prestó declaración ante el Congreso. ¿Su mensaje? La Reserva Federal está "más cerca de confiar" en que la inflación vuelva a su objetivo, pero los recortes de tipos siguen dependiendo de los datos. Los participantes en el mercado lo interpretaron como una postura moderada: la renta variable estadounidense subió y el dólar se debilitó ligeramente.

Esta semana, Washington y Tokio han ultimado un histórico Acuerdo Estratégico de Asociación Comercial entre Estados Unidos y Japón, lo que supone un paso importante en la remodelación de las cadenas de suministro mundiales y el refuerzo de los lazos bilaterales en medio de las crecientes tensiones geopolíticas.

El núcleo del acuerdo es una reducción mutua de los aranceles sobre productos industriales y agrícolas clave, incluidos los semiconductores, los componentes de automoción y la carne de vacuno de alta calidad. El acuerdo también introduce un marco para la cooperación en materia de comercio digital, comprometiendo a ambos países a establecer normas para el flujo de datos, alinear la ciberseguridad y debatir la regulación de la inteligencia artificial, una clara señal de ambición compartida en la carrera tecnológica con China.

El acuerdo incluye disposiciones destinadas a reducir el riesgo de las cadenas de suministro en sectores críticos como las tierras raras, las baterías para vehículos eléctricos y la fabricación avanzada. Ambos Gobiernos han prometido apoyo financiero para iniciativas conjuntas de I+D e inversión en infraestructuras, con la vista puesta en la creación de resiliencia al margen de la dependencia china.

En el frente geopolítico, el acuerdo sirve de contrapeso a la influencia de Pekín en el Indo-Pacífico. Se hace eco de elementos de la antigua estructura del TPP (ahora CPTPP), del que EE. UU. se retiró en 2017, pero con un sabor más específico y bilateral. Funcionarios de ambas partes han calificado el acuerdo de "orientado al futuro", alineando las preocupaciones de seguridad nacional con la cooperación económica.

La respuesta de los mercados fue positiva, y la renta variable japonesa experimentó un modesto impulso, especialmente en los sectores tecnológico e industrial. Las autoridades estadounidenses insinuaron que podrían establecerse marcos bilaterales similares con otros miembros de la Quad, especialmente Australia e India.

Este acuerdo subraya un cambio estratégico más amplio: los acuerdos comerciales ya no son sólo aranceles; son instrumentos de seguridad económica y soberanía tecnológica.

Los resultados del sector tecnológico fueron uno de los puntos fuertes de la semana, con Tesla y Alphabet sorprendiendo al alza. Por otro lado, la confianza de los consumidores cayó por segundo mes consecutivo, lo que indica que los tipos de interés más altos y más largos están empezando a llegar a los hogares.


Europa

Europa ha vuelto a estar esta semana en el centro de las fricciones geopolíticas, al adoptar formalmente la Unión Europea su decimoctavo paquete de sanciones contra Rusia, profundizando el compromiso del bloque con la presión económica por la guerra de Ucrania. El paquete agudiza las restricciones a las exportaciones rusas de energía, en particular:

Reducción del precio máximo del crudo del G7 a 47,60 dólares por barril, con el objetivo de ahogar aún más los ingresos de Moscú.

Prohibir la importación de productos petrolíferos refinados elaborados a partir de crudo ruso, aunque se procesen en terceros países.

La medida provocó una respuesta inmediata de Rusia, que amenazó con tomar represalias contra las importaciones europeas de metales industriales y advirtió de posibles restricciones a los flujos de gas a través de TurkStream. El mercado de la energía lo notó: los precios del gasóleo subieron y las primas del gasóleo se dispararon.

Por otra parte, aumentan las tensiones dentro de la propia UE, sobre todo entre Bruselas y los gobiernos nacionales. Italia se enfrenta a las críticas por su trayectoria presupuestaria, ya que la Comisión Europea considera que la carga de la deuda y los planes de gasto de Roma son "incompatibles" con las normas fiscales revisadas. Hungría y Eslovaquia, por su parte, siguen criticando abiertamente las nuevas sanciones, alegando que corren el riesgo de perjudicar aún más la competitividad europea.

En el frente económico, el panorama sigue siendo desigual. Los datos preliminares del PMI publicados esta semana muestran un estancamiento continuado en la Eurozona. El sector manufacturero alemán sigue en contracción, arrastrado por la debilidad de las exportaciones y la atonía de China. Sin embargo, los PMI de servicios de Francia y España sorprendieron al alza, ofreciendo un atisbo de resistencia en las partes de la economía impulsadas por el consumo.

El Banco Central Europeo ha hecho públicas las actas de su reunión de julio, que revelan un Consejo de Gobierno cada vez más dividido. Mientras que algunos miembros consideran que hay margen para recortar los tipos ya en septiembre, otros prefieren esperar a que se produzcan señales más claras de desinflación, sobre todo cuando la inflación subyacente se muestra rígida en el sector servicios.

Desde el punto de vista político, las miradas también se dirigen a la cooperación europea en materia de defensa, con los miembros de la UE alineados con la OTAN presionando para una mayor integración de las adquisiciones y la fabricación de armas. Esto sigue a una declaración conjunta de Alemania, Polonia y los Países Bajos en apoyo de una "doctrina de disuasión estratégica a escala de la UE", que se considera una respuesta tanto a la agresión rusa como a la incertidumbre sobre los futuros compromisos de Estados Unidos.

En los mercados, el euro bajó ligeramente frente al dólar, mientras los rendimientos de los bonos seguían bajo presión. La renta variable europea tuvo un comportamiento mixto, con los valores energéticos y de defensa superando los resultados gracias a las noticias sobre sanciones y a la recalibración geopolítica.


China

Una vez más, China camina en la cuerda floja entre el estímulo y la estabilidad. El Banco Central de China mantuvo los tipos, pero cada vez hay más voces a favor de una relajación más agresiva, ya que el PIB del segundo trimestre no alcanzó las expectativas (4,6%). La producción industrial siguió siendo floja y el sector inmobiliario sigue lastrando la confianza general.

Xi Jinping presidió una reunión del Politburó centrada en la "seguridad financiera", lo que alimentó las especulaciones sobre posibles medidas regulatorias contra la banca en la sombra y las plataformas de préstamos fintech. También se hizo especial hincapié en el "crecimiento de alta calidad", lo que sugiere nuevos avances hacia la innovación y la autosuficiencia tecnológica.

En las relaciones internacionales, Pekín contraatacó a las sanciones de la UE, advirtiendo de "contramedidas recíprocas" e instando a los Estados miembros a "reconsiderar la alineación con los intereses estadounidenses". El lenguaje diplomático se recrudece, pero los flujos comerciales se mantienen estables, por ahora.


Oro y cobre

Los precios de los metales preciosos se vieron afectados esta semana por la mejora del apetito por el riesgo, ya que el acuerdo comercial entre EE.UU. y Japón y el optimismo ante la posibilidad de nuevos acuerdos impulsaron la compra de instrumentos de mayor riesgo. Wall Street registró esta semana una serie de máximos históricos, tras conocerse que Washington y Bruselas se acercaban a un acuerdo comercial. Los informes sugieren que el acuerdo que se está debatiendo podría incluir un arancel básico estadounidense del 15% sobre los productos de la UE, con ciertas exenciones, en gran medida coincidente con el acuerdo con Japón firmado a principios de semana. 

Los precios del oro cotizaron a la baja esta semana, mientras que el platino al contado -que cayó un 0,5% hasta 1.433,30 $/oz el viernes- bajó un 1,5% esta semana. La plata obtuvo mejores resultados y se encaminó hacia un avance semanal de algo menos del 2%, aunque el viernes cedió un 0,2% a 39,130 $/oz. Los precios de los metales preciosos se vieron afectados por la mejora del apetito por el riesgo, ya que el acuerdo comercial entre EE.UU. y Japón y los buenos resultados empresariales relacionados con la IA estimularon la compra de acciones. 

Entre los metales industriales, los futuros del cobre de referencia en la Bolsa de Metales de Londres cayeron un 0,3% a 9.844,45 dólares la tonelada, mientras que los futuros del cobre COMEX subieron un 0,4% a 5,8240 dólares la libra. Los futuros del cobre estadounidense se encaminaban a una subida semanal del 4%, ya que seguían apuntalados por las expectativas de un menor suministro interno debido a los aranceles comerciales de Trump. 


Aceite

Los precios del petróleo se mantuvieron estables el viernes, ya que el optimismo de las conversaciones comerciales respaldó las perspectivas tanto de la economía mundial como de la demanda de petróleo, equilibrando las noticias sobre la posibilidad de un mayor suministro de petróleo procedente de Venezuela. 

Los futuros del crudo Brent subían 38 centavos, o un 0,55%, a 69,56 dólares el barril a las 0755 GMT. Los futuros del crudo estadounidense West Texas Intermediate subían 34 centavos, o un 0,51%, a 66,37 dólares. El Brent se encaminaba a una subida semanal del 0,4% a ese nivel, mientras que el WTI bajaba en torno al 1,44% desde donde cerró la semana pasada.

Los precios del Brent han oscilado entre 67 y 70 dólares el barril durante el último mes, desde la brusca caída de finales de junio tras la distensión del conflicto entre Irán e Israel. El petróleo, al igual que los mercados bursátiles, se vio favorecido por la perspectiva de nuevos acuerdos comerciales entre Estados Unidos y sus socios comerciales antes de la fecha límite del 1 de agosto para la imposición de nuevos aranceles a productos procedentes de diversos países.

Después de que EE.UU. y Japón dieran a conocer un acuerdo comercial el miércoles, dos diplomáticos europeos dijeron que la Unión Europea estaba avanzando hacia un acuerdo que implicaba un arancel estadounidense de referencia del 15% sobre las importaciones de la UE, además de posibles exenciones. "El optimismo de las conversaciones comerciales parece estar contrarrestando las expectativas de una oferta venezolana más fuerte", escribieron los analistas de ING en una nota a clientes el viernes.

Estados Unidos se prepara para permitir que los socios de la estatal venezolana PDVSA, empezando por la petrolera estadounidense Chevron, operen con limitaciones en la nación sancionada, dijeron fuentes el jueves.

En consecuencia, las exportaciones de petróleo venezolano podrían aumentar en algo más de 200.000 barriles diarios, lo que sería una buena noticia para las refinerías estadounidenses, ya que aliviaría la escasez en el mercado de crudo más pesado, escribieron los analistas de ING.

La decisión de Estados Unidos sobre Venezuela ha desviado la atención de los inversores de las interrupciones sufridas esta semana por las exportaciones de petróleo del Mar Negro y la carga de crudo azerbaiyano BTC en el puerto turco de Ceyhan.


Principales conclusiones

  • Vigilancia política: Los bancos centrales están cada vez más cerca de bajar los tipos de interés, pero el momento oportuno lo es todo.
  • Las sanciones se hacen sentir: las últimas medidas europeas contra Rusia ya están repercutiendo en los mercados energéticos.
  • Asia en ebullición: China agrava su dilema de estímulo; la India sigue obteniendo mejores resultados.
  • Política petrolera: El mercado está siendo impulsado tanto por la geopolítica como por los fundamentos en este momento.
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